Fumar, beber... son adicciones que llevan presentes en nuestra sociedad durante, podríamos decir, bastante tiempo pero, tenemos una nueva que está cobrando mucha importancia entre nosotros. Consumir. Hoy en día sentimos la necesidad de gastar nuestro dinero y nuestro tiempo en aquello que nos llama la atención como, por ejemplo, la ropa y para ello utilizamos cualquier excusa. No importa si tenemos el armario lleno, si fue ayer la última vez que fuimos de compras. Siempre hay una tendencia nueva para comprar y la necesitamos para sentir que estamos al nivel de la sociedad, para creer que así formamos más parte de ella. No se puede negar que cuesta y, me atrevería a decir que para muchas personas es imposible, salir de un centro comercial sin una bolsa en la mano porque, aquello de ir a dar una vuelta, en cierto modo, es hacer que siempre encuentres algo que te guste, te llame la atención o adores. Esto ya se convierte en un problema. Entramos dentro de un círculo vicioso en el que hay prendas nuevas, anuncios nuevos o marcas nuevas que llaman nuestra atención y nos llevan a gastar, gastar y volver a gastar, lo que hace que no podamos salir de ese círculo. Lo que hace del consumismo, una adicción.