Si hubiera que señalar un símbolo de la decadencia, la marginación económica, política y social que hemos sufrido en la C. Valenciana en las últimas décadas, quizás nada mejor que el engaño del «tercer hilo» en la línea férrea con Barcelona. Un caso único en España. Porque cuando en el resto del país se proyecta y construye una línea ferroviaria de alta velocidad se hace independiente y con un trazado diferente del de la antigua línea, que se reserva al tráfico regional y de mercancías. Es una inversión cara pero eficaz. Pero que en la conexión ferroviaria entre la 2ª y la 3ª ciudad de España se proyectara la chapuza del «tercer hilo», una modificación de la línea existente que no resuelve nada, es significativo de debilidad. Mucho bla bla bla sobre el corredor mediterráneo pero ninguna fuerza política, social o empresarial ha cuestionado la ausencia de un verdadero AVE, ni lo ha reivindicado. Así nos va.