Siempre he mantenido que la Verdad de la Historia es más fuerte que las propias razones, de la Razón Política y del Oportunismo. El proceso histórico requiere igualmente el paso por la conciencia y el deseo de no ser cómplice con el silencio de la Historia, y esto es lo que me impulsa a escribir esta carta llevada por mi fidelidad hacia la Memoria Histórica. Hace unos días recibo la invitación de un acto en el Ayuntamiento de València, en la que se comunicaba la presentación de un libro con el título Vicent Alfaro. Alcalde de Valencia 1931-1932 escrito por el Señor Néstor Morente. Junto al texto le acompañaba la imagen del retrato del Alcalde Vicent Alfaro (siempre se le conoció como Vicente), que me dejó tan «anonadada» que me rebelé hacia esa imagen. Especialmente me impactaron aquellas flores en la solapa. No voy a entrar en opinar sobre el valor estético o no del cuadro, ni tampoco sobre el libro (lo desconozco). No se trata de eso. En el original de la foto que ha usado el artista para pintar el cuadro no existe dicho «motivo floral». ¿Quién ha sido el creador de esta pintoresca idea? Qué poco conocía realmente a Vicente Alfaro. Era un hombre sencillo. Alejado de todo elemento efectista. Falto de vanidad. Ejemplo de Humanismo. De Solidaridad… y que jamás hubiera aceptado que le fotografiaran o pintaran con toda esa parafernalia. Pues claro que era republicano. ¡No necesitaba ese increíble aderezo para manifestarlo! Si era el alcalde de la ciudad en aquellos momentos. Este lamentable despropósito hiere la memoria y dignidad del alcalde republicano Vicente Alfaro.