La gente está profundamente disgustada por lo que está ocurriendo en Australia: canguros atrapados en cercas de alambre de espino mientras trataban de escapar del fuego, vacas y ovejas cocinadas vivas en las llamas, estimándose que unos 800.000 millones de animales o más murieron en los incendios. Y ahora, le sumamos la orden dada a los cazadores de disparar a miles de camellos porque buscan desesperadamente agua. Hay algo que se puede hacer, y es una solución a largo plazo para este horror y los siguientes que inevitablemente sucederán, ya que el calor y sequía prolongados han extendido los períodos de incendios forestales estacionales en todo el mundo, y además estamos enfrentando extinciones en masa, subidas en los niveles de los mares y cambios récord de temperaturas. Es imperativo que nos responsabilicemos personalmente de la protección de nuestro planeta, y, sin duda, la manera más simple de hacerlo es dejando de comer animales y haciéndose vegano ahora. La ONU ha declarado que el consumo de carne debe disminuir en al menos un 90% para evitar los efectos más catastróficos del cambio climático. Esto no requiere ninguna iniciativa gubernamental y ninguna promesa de las gigantescas corporaciones, solo significa dejar a los animales fuera de nuestros carros de la compra. Es una acción simple pero revolucionaria que implica decir: «No dejaremos que el planeta e innumerables animales sensibles mueran bajo nuestra responsabilidad». Instamos a todas las personas preocupadas por esto a sumarse al movimiento vegano. El planeta y todos sus habitantes humanos y no humanos dependen de ello.