El 2 de marzo se cumplió el 46 aniversario de su asesinato, asesinato todavía pendiente de justicia. Tantos años, y la estructura sistemática sigue tal cual. Y la población, en general, seguiremos «sentados al sofá», como muy bien dice un amigo mío. Está claro que no nos merecemos nada mejor, a pesar de que, eso sí, seamos los campeones de hacer performances multitudinarias y festivas. Tendríamos que despertar, movilizarnos (como hacemos cada día en la Av. Meridiana, en la c. Marina, y en Girona, Arenys de Mar, etc. ) y, si hace falta, que la hace, cambiar de gobernantes, pues vemos que no actúan moral ni éticamente para solucionar ni la mega-estructura judicial, ni suprimir la ley mordaza, etc. A pesar de la campaña que tenemos en contra, ya que, siempre, toda disidencia molesta, y ha de molestar, persistiremos hasta que los presos políticos y exiliados estén libres, y acabe la dictadura judicial.