Aplaudo la decisión nada fácil del Gobierno de decretar el estado de alarma, el cierre de centros deportivos, de bares y restaurantes. Lo que no entiendo es por qué ahora. Teniendo el ejemplo de Italia, país vecino que nos lleva algo de ventaja en esto de la propagación del virus, cómo hemos llegado a esta situación.

En los primeros días se produjo un gran flujo de madrileños que decidieron que la mejor opción para pasar su "cuarentena" era moverse de comunidad. ¿Por qué no se cerró Madrid en cuanto esto comenzó a ocurrir? Dejando que los habitantes de la zona más afectada por el Covid-19 se desplazaranlibremente a cualquier punto del territorio español, estábamos dando vía libre a su propagación.

¿Por qué, a pesar de cerrar lugares de ocio, seguimos siendo muchos los que tenemos que ir a trabajar a diario y exponernos al virus?

Claro que lo normal, si cerramos playas y otros lugares a los que la gente puede ir a pasar el rato, lo más acertado es dejar abiertos centros comerciales. Ya sabéis, por eso de evitar las aglomeraciones. En qué cabeza cabe, si andamos siguiendo los pasos a Italia, que decretemos un cierre parcial de los negocios y que solo las grandes corporaciones puedan hacer frente a la pérdida económica que supone bajar las persianas durante dos semanas.

Los que trabajamos de cara al público nos exponemos a ser contagiados, no parece una decisión muy inteligente dejar estos espacios, con un gran tráfico de gente —con o sin coronavirus—, abiertos al público. Si protegemos la salud de los trabajadores frente a este brote, que sea la de todos.