Desde la última semana en el mundo se está viviendo una situación extraordinaria. El Covid-19 ha provocado una alarma social y el Gobierno ha pedido que nos quedemos en casa para evitar posibles contagios. En momentos como éste la seguridad y el bienestar de millones de personas está en manos de algunos grupos de trabajadores: personal sanitario, reponedores, cajeros, limpiadores, teleoperadores... Da la casualidad que en situaciones de urgencia, son los trabajos más menos preciados y en los que más se quiere recortar los que están al pie del cañón. Ojalá esta cuarentena sirva para cambiar nuestra visión colectiva hacia estos grupos y comencemos a reconocer su labor.