Es en estos días en donde se nos ha vuelto del revés la vida, donde aún nos acordamos del último beso y abrazo social que hemos dado, donde lo que pensábamos que sólo se veía en películas, nos golpea con firmeza real. Es en estos días cuando tenemos que sacar fortaleza del pozo de la voluntad. Tanto como individuos como sociedad. Ya no vale frivolizar con esta emergencia sanitaria, con "agripar" este nuevo coronavirus que nos ataca. Ya no vale decir, ¡ya os lo dije!, ¡ya lo escribí yo hace bastantes días en esta sección! Ahora lo único que vale es ganarle la batalla a este enemigo invisible. Tenemos un arma muy valiosa: nosotros. Nuestro civismo y nuestra actuación conjunta como sociedad es la antesala a la vacuna. Tenemos unas redes sociales que pueden propagar tanto mensajes de contrastada validez y rigor como consejos esenciales que nos ayuden a prevenir contagios. Debemos seleccionar adecuadamente qué mensaje queremos transmitir. Os digo que unas medidas útiles pueden llegar a propagarse entre nosotros más rápido que el endemoniado virus. Por este motivo, señora directora, dejémonos de perder el tiempo en enviar memes y enviemos ánimos, consejos y ayudas siempre contrastadas y validadas. Por otro lado, me atrevo a decir como médico que no compartamos móviles y tabletas electrónicas antes de desinfectarlas por todas sus superficies, es un riesgo importante de contagio si no se hace así. Evitemos el gesto "mano-cara". Protejamos a las personas más vulnerables y controlemos a los posibles vectores poco sintomáticos como son los niños o los jóvenes. Por último y esencial, hagamos caso a las autoridades sanitarias, gubernamentales y a las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado.