Tengo 17 años y pertenezco a la conocida "generación perdida". Concepto en el que aprecio algunos paralelismos con la famosa legión perdida de Craso. La comparación entre los jóvenes de 16 a 29 años y esos 10.000 legionarios romanos es curiosamente parecida. Ambos sufrimos las consecuencias de un mal líder: Craso, por obtener más poder y riqueza, propició una batalla donde salió vivo pero sus guerreros, no, y algunos políticos de hoy son ambiciosos y perjudican a los más desfavorecidos. Ambos tenemos que abandonar nuestro hogar y luchar para tener la oportunidad de sobrevivir: los legionarios partieron de Roma para enfrentarse al Imperio parto en Turquía y los jóvenes emigramos de nuestro país para combatir el paro, una situación que en España afecta a más de un millón de jóvenes. Pero si después de 2.000 años estamos en la misma situación que esos infortunados romanos, no solo está perdida nuestra generación, también lo está el mundo. Por todo ello, la "generación perdida" lucharemos, como esos legionarios, por un mundo mejor y para que las futuras generaciones no tengan que enfrentarse a los mismos problemas.