El Consejo General del Poder Judicial, en su interpretación del decreto de estado de alarma, decidió dejar en manos de las juntas de jueces de familia de cada territorio la decisión de si el confinamiento debía suspender los regímenes de visitas de los menores de padres divorciados sin custodia compartida, que suponen la mayoría de los casos. La ambigüedad del Consejo General del Poder Judicial ha provocado gran disparidad de criterio en las juntas de jueces, y este vacío legal está siendo aprovechado de forma deleznable por algunas madres para limitar, aún más, cualquier contacto del menor con su otro ascendiente. La Administración de Justicia ha dejado en la más absoluta desprotección a decenas de miles de menores en toda España, así como a sus padres, pues se ha paralizado toda actividad judicial excepto los juzgados de violencia de género. Es intolerable emplear el drama de la pandemia para añadir más dolor y sufrimiento a una situación ya de por sí angustiosa. Esta crisis va durar meses en el mejor de los casos, y lamentablemente se llevará por delante a muchos padres y madres cuya única alegría son sus hijos. Reorganizando las visitas del menor de modo los tránsitos sean mínimos, y acumulando pernoctas, el riesgo de contagio del menor entre dos domicilios cercanos es mínimo, y el beneficio emocional y psicológico tanto para el menor como para sus progenitores, máximo. Padres y madres, por favor, no añadáis más dolor a esta situación, Los hijos precisan tanto a su padre como a su madre.