Estos días en la enseñanza se ha hablado mucho de plataformas digitales, recursos on-line, adelantar o no currículum, deberes si, deberes no. Pero ¿nos hemos preocupado realmente por los niños? ¿Qué sienten? ¿Cómo están?

Los habrá que estarán muy bien con sus familias haciendo bizcochos y saliendo al jardín de la casa con sus hermanos, disfrutando de unos padres que antes casi no veían, pero... ¿Y esa parte de la población infantil que vive en 50 metros cuadrados dando la ventana a un deslunado sin sol (tan necesario para todos)? y esos niños que sufren malos tratos psicológicos o físicos, o abusos sexuales, niños que están viviendo las tensiones familiares creadas por la pérdida de trabajo de sus padres, niños que están viviendo en medio de violencia de género, niños que están sufriendo la pérdida de seres queridos.

¿Qué protocolos se están activando para ayudarles?, ¿cómo orientar a las familias en esta nueva situación? Nadie dice nada en Televisión, ni un teléfono de ayuda para que puedan llamar.

Es el "profesorado de a pie" el que llama desde su teléfono a sus alumnos preocupándose por ellos, porque nadie mejor sabe la realidad en la que se encuentran. Es el profesorado el que está trabajando y reinventándose más y mejor que nunca a pesar del desconcierto que se vive en Educación, sabemos que cuando todo esto pase deberemos hacer una reflexión sobre nuestro caduco Sistema Educativo, pero mientras tanto, aún estamos a tiempo para preocuparnos por cómo está viviendo la infancia el confinamiento y qué secuelas les puede dejar, cómo podemos ayudar, porque aun sabiendo que los niños tienen una gran capacidad de adaptación, hay niños que en estos momentos están "gritando en silencio", los grandes olvidados. Hay que actuar ya. Comencemos.

Gema Urios Moliner.

Directora del CEIP VIVERS de Valencia.