El pasado fin de semana volvió a saltar la polémica. Esta vez a cuenta de aquellos que decidieron aprovechar el permiso de dejar salir a los niños para dar riend suelta a su irresponsabilidad. Incluso después de que el Gobierno diera instrucciones explícitas sobre las restrictivas condiciones de los paseos. No entiendo cómo pese al constante flujo de información sobre los riesgos del virus, aún hay gente que vive el confinamiento de espaldas a la realidad. Especialmente cuando, en este caso, la ignorancia es sinónimo de muerte. A pesar de todos los bulos que se están difundiendo estos días, la información sigue sin ser ficción. O dejamos de tomarnos los hechos a broma o para muchos este podría ser el último chiste.