Creo que los que más estamos siendo perjudicados respecto a las consecuencias del confinamiento a causa del COVID-19, somos los estudiantes, ya que se nos ha implantado una nueva forma de dar clase en la que muchos no sacamos provecho y el tiempo de inter-colaborar con el profesor cuando nos aparecen dudas está muy limitado, incluso en algunos casos tenemos que depender de si nuestras familias están capacitadas para poder ayudarnos.

La mayoría de los profesores dan por hecho que dar clases online, es mandar una gran cantidad de trabajos, en los que posteriormente debemos auto corregirnos. Sabemos que es una situación muy compleja de manejar, pero esta problemática no nos está favoreciendo de ningún modo; lo único que nos provoca es más estrés del que ya teníamos.

La idea que se ha planteado no es mala del todo, pero sí que tendríamos que pulirla hasta perfeccionarla por el bien de todos los estudiantes, si esa incertidumbre que nos transmite el gobierno se convirtiera en un mensaje de información sobre todo lo que va a ocurrir hasta el final de curso, quizás, nos alentaría de forma positiva y nos motivaría a que vamos a seguir evolucionando favorablemente en lo que queda de curso.