Una preocupación me ronda desde hace unas semanas. Con el confinamiento, se ha decretado que las personas con animales podían salir a la calle en cualquier momento del día, una decisión que ha afectado positivamente a las perreras y protectoras de animales ya que muchas de esas mascotas han podido ser adoptadas e incluso salvadas de la eutanasia.

Mi inquietud viene siendo la siguiente: Si cada año se abandonan cerca de 300.000 animales domésticos en España, de los cuales unos 135.000 son rescatados por protectoras, ¿qué será entonces del año que viene? ¿Cuántas perreras y protectoras acabarán saturadas cuando los nuevos dueños vuelvan al trabajo, los niños no tengan ya tiempo para jugar con ellos y las familias vayan a visitar a esos seres queridos que tanto tiempo llevan sin ver? Qué pasará con esos animales, ¿volverán a la perrera? ¿irán de vuelta a la protectora? Son experiencias muy duras para esos animales, porque se les rescata, se les cuida y da cariño para después arrebatárselo sin que entiendan lo que ocurre.

Es imprescindible endurecer la ley para proteger a estos animales. Es imprescindible hacer oficial una ley para castrar a los animales por su propio bien. Y es imprescindible incrementar el conocimiento de las personas sobre este tema y ¿qué mejor forma que empezar por mensajes en el periódico? Le agradecería que dedicara unas páginas a ello, y espero que el confinamiento nos haya acercado un poco más a nuestro lado humano.