Si uno lee el artículo publicado el 4 de agosto bajo el título 'El virus duplica la mortalidad de dependientes en las residencias' da la impresión de que tienen más riesgo. Se dice que entre marzo y mayo fallecieron 1.561 personas con prestación de dependencia ingresadas en residencias, lo que supone un aumento del 96 % de la mortalidad estimada basada en estadísticas previas. En cambio, el exceso de fallecidos para los dependientes que reciben la ayuda en su propio hogar es solo del 44 %.

Siendo ciertos los datos, se trata de dos grupos no comparables ya que los ingresados en residencia están siempre en peores condiciones de salud que los que viven en su propio hogar. Así pues, los familiares de las personas mayores dependientes deberían saber que su familiar, padre o madre, no está más expuesto a la covid-19 por el hecho de estar ingresado en una residencia: no hay datos que lo avalen.