Mario Almela, Castelló

Miles de personas participaron ayer en los actos relacionados con la llegada del Correllengua a la ciudad de Castelló. Por la mañana, la llama reivindicativa recorrió veinte escuelas del núcleo urbano y El Grau de Castelló. Por la tarde, dos mil personas, según cálculo de la organización, participaron en un desfile reivindicativo desde los institutos Sos Baynat y Penyagolosa hasta la estatua del Rei En Jaume, donde el poeta y colaborador de Levante de Castelló Vicent Jaume Almela dio lectura al manifiesto del Correllengua 2005, en que se destacaba «nuestra voluntad de acogida» a los nuevos inmigrantes.

Los organizadores de los actos ya habían destacado en la presentación de las celebraciones en Castelló como cada año participaban más inmigrantes en el Correllengua; tendencia que se confirmó una vez realizados los actos, según los propio s organizadores.

El acto más multitudinario se celebró junto a la estatua del Rei En Jaume. Allí, Vicent Jaume Almela recitó uno de sus poemas, titulado Joia de bàtec etern, que está dedicado a la lengua autóctona. En él se rinde homenaje a personas que se han significado por su defensa del valenciano, como Bernat Artola, Miquel Peris, Salvador Espriu, Matilde Salvador, Vicente Andrés Estellés o Vicent Marçà.

Los versos del creador castellonense fueron seguidos por la lectura del manifiesto, que también corrió a cargo de Almela. Este texto defiende que el valenciano «es una lengua de acogida para las personas que llegan de países muy diferentes, con lenguas, costumbres y colores de piel bien distintos. A todos les hacemos patente nuestra solidaridad, y les ofrecemos lo mejor que podemos darles: nuestra lengua, nuestra voluntad de acogida a un país que pensamos que ya es también el suyo». El manifiesto también señala que la lengua autóctona «sufre ataques, menosprecios y marginaciones, algunos porque las leyes no la defienden como deberían y otros porque hay gentes a las que las leyes les importan bien poco cuando amparan nuestros derechos». El texto añade que «no podemos consentir que hagan entrar nuestra lengua en Europa por la puerta de atrás, y no por donde entran las lenguas normales del continente. La comunidad lingüística catalana es suficientemente importante para que sea reconocida como cualquier otro idioma de la Unión que es oficial por gozar de un Estado que la representa». El manifiesto concluye con una defensa a mantener la lengua unida «y no fraccionada, aunque algunos así la querrían. Una única lengua catalana con un nombre claro, científico y universal, que no excluye los nombres que le damos en los diferentes territorios. Como decía el escritor y filólogo valenciano Enric Valor: "Nuestra valenciano, el catalán de todos"».