Vicent Borrull, Castelló

El Teatro Principal de Castelló acogió ayer la que a bien seguro será la puesta en escena más inolvidable para la recién coronada reina de las fiestas de la Magdalena 2006, María López López. La hija del ex presidente de la Junta de Festes, Jesús López, recibió la banda verde que la acredita como reina de la mano del alcalde de Castelló, Alberto Fabra, rodeada por un acto alegre y emotivo.

Tampoco pasó desapercibida la noche para las madrinas de gaiatas y damas de la ciudad, que también recibieron sus distintivos bajo la atenta mirada del público y de la nueva reina de las fiestas. Los preparativos del acto dieron comienzo con la ya tradicional recepción en el ayuntamiento de la capital de la Plana. Los presidentes de cada gaiata fueron agasajados con todos los honores y tomaron posesión uno a uno las correspondientes insignias acreditativas.

El habitual protocolo dio paso al desfile de la numerosa comitiva, acompañada en todo momento de la música de la Banda Municipal, en dirección al Teatro Principal. El trono y los adornos propios de la ocasión estaban preparados hasta el último detalle. Mientras tanto, las sonrisas de alegría y los nervios se combinaban en el rostro de la joven reina.

Todos y cada uno de los presidentes, adornados con sus mejores galas, desfilaron hacia el escenario para recibir un obsequio del alcalde de Castelló, Alberto Fabra.

Posteriormente fue el turno de las madrinas de las gaiatas -en total 17 con representación festera en esta edición- y de las las elegantes damas de la ciudad (Laia Bacas Casanova, María Beltrán Posilio, Aida Bernat Fábrega, Anna Carzorla Herrero, Andrea Felip Martínez y Lorena López Capdevila).

Por último, llegó hasta el escenario del teatro castellonense la esperada sonrisa de María López al tiempo que el público mostraba sus evidentes muestras de simpatía.

Las actas de nombramiento fueron leídas una vez más y las representantes festeras recibieron sus bandas de la mano del alcalde en medio de una nueva ovación del público.

Los ramos de flores no pudieron eclipsar las brillantes miradas de la reina y de toda su corte de honor, que eran seguidas muy de cerca por amigos y familiares.

Una vez más, la consecución de la ceremonia abrió el turno de los discursos. El primer edil de la capital de la Plana, Alberto Fabra, no quiso perder la ocasión de felicitar a la reina y reiterar su compromiso con el mundo de la fiesta.

También manifestó su satisfacción el nuevo presidente de la Junta de Festes, Ximo Gil, que preparó un discurso emotivo y empapado de la tradición festera.

Tanto a la entrada como a la salida del acto, el ambiente reflejaba esos días de las grandes ocasiones. Zapatos de tacón, maquillaje, chaquetas de vestir y una mezcla de fragancias de perfume daban cuenta de la importancia que el mundo festero da al nombramiento de las fiestas de la Magdalena. Los asistentes no dudaron en lucir sus mejores galas para comparecer a este acto social y tampoco faltaron los curiosos que detenían su paso para contemplar a la comitiva. A la postre, festa plena.