Levante de Castelló, Castelló

La vicesecretaria general del PSPV-PSOE, Isabel Escudero, dijo ayer que «la desesperación» del presidente del Consell, Francisco Camps, «por mantenerse en el PP llega a tal extremo que incluso liga su futuro al de un presunto corrupto», en referencia al presidente de la Diputación de Castelló, Carlos Fabra.

Indicó que esa actitud deja al descubierto «el calado ético» de Camps, quien, «en lugar de limpiar la imagen de la institución que preside, prefiere hacer oídos sordos al enjuiciamiento de un político de su partido que, además de presuntamente defraudar a Hacienda, supuestamente utilizó su posición para favorecer a los amigotes».

Escudero manifestó en un comunicado que, con su apoyo a Fabra, Camps «está permitiendo y disculpando este tipo de actuaciones, cuando lo que debería hacer es condenarlas y evitar que se ensucie aún más el ya maltrecho nombre de las administraciones públicas valencianas».

En su opinión, «la inestabilidad política de Camps provoca contradicciones increíbles», y se preguntó «qué favores le debe» y «qué miedos tiene» el presidente del Consell para seguir apoyando a Fabra.

Para la dirigente socialista, la posición que ha adoptado el presidente de la Generalitat en esta cuestión «es insostenible y, por lo tanto, por el bien de todos, debería mantener las distancias con personas que, como Fabra, acaban dando cuentas de su gestión política en los juzgados».

Escudero consideró que la actitud de Camps «no tiene parangón», ya que «jamás ningún responsable político había dado tal cobertura a un presunto corrupto», sino que, por el contrario, «más de uno ha tenido que pagar por las indecencias de otros y, en este caso, si Fabra cae, que nadie lo dude, Camps caerá con él».