Ramón Pardo, Castelló

El pasado fin de semana aparecieron dos nuevos buitres leonados muertos en Vistabella, próximos al parque natural del Macizo de Penyagolosa. De esta forma el número de rapaces muertas por envenenamiento, como confirmó recientemente la Conselleria de Territorio y Vivienda, se eleva a doce y no se descarta que aparezcan más en el entorno del Pla de Vistabella donde se encontraron los primeros cadáveres que fueron trasladados al laboratorio de la conselleria en El Saler. Mientras aún está pendiente de determinar el tipo de veneno ingerido por las carroñeras y que se esclarezcan las causas de ese envenamiento el más importante registrado en la provincia desde mediados de los 70.

Los buitres muertos fueron encontrados el viernes pasado y el domingo en puntos opuestos del término de Vistabella. El primero en el Pla y el otro en las cercanías del vertedero de basuras, próximo al Alforí, a dos o tres kilómetros de distancia de donde aparecieron los diez anteriores. Según indican los expertos el hecho de que las rapaces hayan ingerido carne envenenada al comer la de un perro muerto o directamente hace que no sea descartable encontrar más cuerpos que, como en el caso de los últimos estarán en avanzado estado de descomposición habida cuenta que los hechos se remontan al 5 de octubre pasado. Tras ello, personal de la conselleria y agentes medioambientales participaron en varias batidas para tratar de encontrar nuevas carroñeras muertas, sin éxito.

El GER pide a Territorio que indague

El Grup d$27Estudi dels Rapinyaires (GER)-Ecologistas en Acción planteó la necesidad de que ante el número de aves envenenadas deberían darse cuenta al Programa Antidoto que impulsan las administraciones públicas en colaboración con grupos conservacionistas y naturalistas y coordinado por agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil.

Este colectivo considera que, además de la intervención de los agentes medioambientales de la Conselleria de Territorio deberían ser los efectivos del Seprona los que participasen en las investigaciones para determinar cómo se produjeron los envenenamientos y quién o quiénes son los culpables de este delito ecológico y penal que afecta a una rapaz protegida y que ha sido objeto de un programa de reintroducción en la provincia con una subvención de la Unión Europea.

Asimismo animan a la conselleria a que no se limite a determinar la sustancia que provocó el envenenamiento, sino que trate de encontrar los autores de estos hechos que han generado preocupación entre los vecinos.

El hecho de que la muerte de los doce buitres leonados en el Mas de la Alberta coincidiera con la semana previa a la apertura de la temporada de caza mueven a los colectivos conservacionistas a plantear que se observe si ha descendido la población de cervidos, puesto que, añaden, cuando ello sucede es señal de que el veneno está extendido y deben adoptarse medidas para evitar más muertes en la fauna local.