J.Ruiz/EP, Castelló

El ministro de Fomento, José Blanco, evitó mojarse ayer en el Congreso de la Diputados sobre la salida al mar de la A-68, pese a que hace apenas cuatro meses declaró su apoyo a la opción de Vinaròs. Claro que entonces aún no era ministro y estaba en Morella, rodeado por los socialistas de Castelló. En el hemiciclo y a preguntas de los nacionalistas catalanes, fue mucho más cauto y aseveró que este año concluirá el estudio que determinará cuál es la mejor alternativa. Según dijo, la decisión se tomará tratando de compatibilizar los intereses de las regiones que protagonizan la pugna por esta infraestructura: Cataluña, la Comunitat Valenciana y Aragón.

Durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso, Blanco explicó que el proyecto se encuentra en fase de estudio previo y recordó que el trazado final se decidirá considerando aspectos técnicos y medioambientales, además de "concertando" la decisión con las comunidades implicadas. El diputado de CiU Jordi Jané le recordó la voluntad "unánime" de la sociedad civil y las fuerzas políticas catalanas de que la A-68 tenga salida al mar a través de la provincia de Tarragona gracias al desdoblamiento de la N-420. "Esta es una opción de futuro", insistió el parlamentario nacionalista.

Blanco aseguró que es consciente de esta reivindicación y "clamor popular" y por ello anunció que a lo largo de este año se dará una solución definitiva al trazado de la vía, aunque insistió en el que la función del Ministerio es "compatibilizar los intereses legítimos" de todas las instituciones afectadas.

Vertebración

"En la política de Fomento y del Gobierno se mantiene como objetivo la vertebración territorial del país -argumentó-. La vertebración territorial es complemento a la cohesión social, por eso debemos tener en cuenta a la hora de definir las infraestructuras los intereses legítimos de todos los representantes".

El diputado de CiU insistió en la necesidad de que la salida al mar se produzca a través de Cataluña y criticó el "retraso" que pesa sobre el estudio, encargado en mayo de 2007. Por ello, pidió que "no se pierda más tiempo". "Necesitamos su compromiso, unir esfuerzos, voluntades y discursos", reiteró.

Blanco lo tendrá ahora difícil para tomar una decisión, ya que está recibiendo fuertes presiones desde tres comunidades autónomas.