V. Salinas, Cabanes

El concejal de Iniciativa en el Ayuntamiento de Cabanes, Carles Mulet, criticó ayer el retraso del alcalde del municipio, el popular Artemi Siurana, en tomar medidas contra la granja escuela que venía funcionando durante cerca de dos años en el término municipal sin contar con ningún tipo de licencia.

"Que el alcalde diga que ha actuado con diligencia, es como reírse de la gente, cuando hace más de 9 meses desde que se trató por primera vez en un pleno y él reconoció que la granja no tenía ninguna licencia. Siurana sabía que esta actividad se estaba produciendo y no hizo nada. Que se actúe ahora decretando el cierre de la granja escuela sólo es por la presión mediática, y no por convencimiento ni por voluntad propia". Mulet realizó ayer estas declaraciones después de que Levante de Castelló publicara las palabras del alcalde en las que aseguraba que, resultara como resultara la inspección que estaba prevista para ayer, la granja escuela se iba a cerrar hasta que no contara con licencia.

El concejal ecosocialista defendió que no quería hacer una "caza de brujas" contra los propietarios de la instalación. "Nos consta que la gente que ha ido está contenta del trato y de las instalaciones, pero estamos hablando de un tema demasiado serio como para hacer la vista gorda", aseguró Mulet que añadió que esperaba que el expediente de la DIC que aún tiene pendiente la instalación se resolviera positivamente "y se pueda regularizar su situación, cumpliendo con todos los requisitos en cuanto a seguridad, control sanitario y se dote de personal cualificado, porque nos gusta que en Cabanes haya una granja escuela".

Mulet recordó el caso del "campamento ilegal organizado en el campo de golf de Carlos Fabra, donde una niña murió por falta de medidas de seguridad, al ser la actividad ilegal. Ahora nadie se hace responsable".