­

La Asociación de Jardineros Profesionales de Castelló (Asjac) denunció ayer que la Generalitat Valenciana y los ayuntamientos están incumpliendo el protocolo y las exigencias fitosanitarias para evitar la expansión de la plaga de picudo rojo en las palmeras de la provincia.

A juicio de los profesionales del sector, esta mala gestión ha provocado un efecto multiplicador de un insecto letal que, según sus últimos datos, ya ha afectado a cerca de 1.500 palmeras en la provincia y alrededor de 800 en el término municipal de Castelló.

Los jardineros advierten que resulta crucial que las palmeras muertas se eliminen a manos de empresas autorizadas y se remitan al vertedero de Godelleta, dado que la acumulación de los restos permite una rápida expansión de la enfermedad.

Sin embargo, la Conselleria de Agricultura se ha visto desbordada por una plaga que dijo tener controlada hace dos años y carece de presupuesto para afrontar la retirada y eliminación de las palmeras.

Esta falta de recursos se combina con supuestas malas prácticas como la acumulación de restos de palmera en vertederos irregulares como el que denunció Asjac en el Camí la Ratlla de la capital de la Plana. En este caso, se trata de un recinto de una empresa privada y, causalmente, la materia vegetal almacenada fue pasto de las llamas a finales de septiembre debido a un incendio accidental.

Asjac solicita una mayor implicación de las Administraciones y campañas informativas para que los particulares se conciencien de la necesidad de tratar sus palmeras con dos sustancias (Clorpirifos y Imidaclorprid) que resultan aceptablemente efectivas y económicas.

El foco de picudo rojo se detectó en octubre de 2007 en el entorno del Parque Litoral de la Playa del Pinar y llegó a tierras castellonenses en un cargamento de árboles infectados procedentes de Egipto que no cumplían los requisitos fitosanitarios.