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Los socios de Caja Rural Castelló, reunidos ayer en asamblea general, aprobaron las cuentas anuales correspondientes al ejercicio de 2009, caracterizadas por un ligero crecimiento respecto a los resultados del ejercicio anterior. Tanto el beneficio como las principales variables del balance de la entidad tienen moderados incrementos, lo que confirma la solidez y solvencia de Caja Rural Castelló en unos tiempos marcados por la crisis económica y las dificultades del sector.

Pese a los problemas generados por la recesión de la economía mundial, el beneficio del ejercicio se incrementó en un 9%, hasta alcanzar los 1.419 miles de euros, una cifra lograda tras realizar importantes dotaciones para garantizar la estabilidad de la entidad ante los vaivenes financieros actuales. El director general de Caja Rural Castelló, Antonio Abelló Dalmases, no dudó en calificar dichos resultados de "más que satisfactorios, si tenemos en cuenta el esfuerzo realizado por mantener nuestras coberturas para insolvencias en niveles muy elevados, muy por encima de los previstos por la normativa en vigor".

El presidente de Caja Rural Castelló, Ignacio Ferrer Ros de Ursinos, significó que en la consecución de estos resultados "ha sido decisiva la sólida posición que tiene nuestra entidad, debido en buena parte al alto nivel de solvencia del que gozamos. Nuestros recursos propios, que se han ido dotando durante más de cien años de gestión prudente de la entidad, son una garantía de estabilidad".

Ignacio Ferrer también informó a los socios de que, siguiendo las recomendaciones del Banco de España en lo relativo a la conveniencia de establecer un Sistema Institucional de Protección (SIP) que garantice la estabilidad del sector de las cooperativas de crédito, "el Consejo Rector de la entidad está trabajando con más profundidad de entre las tres propuestas existentes, la desarrollada por AFI (Analistas Financieros Internacionales), debido en buena parte a su composición, ya que está formada por cooperativas de crédito con una orientación, modelo de gestión y perfil de riesgo de carácter homogéneo. Y adicionalmente, se trata de un modelo de cooperación reforzada, que permite salvaguardar la personalidad jurídica de las entidades que lo forman, su denominación social y marca, sus órganos sociales, así como la dirección y sus empleados y todo lo relacionado con el Fondo de Formación y Promoción Cooperativa". Durante el pasado ejercicio, y tras diversas reuniones mantenidas con el Banco de España, el llamado Borrador del Acuerdo de Estabilidad Corporativa, director del mencionado SIP, contó finalmente con el visto bueno del Banco de España, encontrándose en este momento en proceso de redacción y perfeccionamiento el acuerdo definitivo, habiéndose firmado un protocolo de adhesión al mismo por la totalidad de las veintinueve Cajas integrantes del proyecto.

El director general de la entidad, Antonio Abelló, también significó el crecimiento que la masa social de Caja Rural Castelló ha registrado en 2009. El número de socios de la entidad supera ya los 17.600, un 3% más que en el ejercicio anterior, mientras que los clientes a finales de 2009 rozaban la cifra de 58.000, con un crecimiento también del 3%.