Las farmacias de Castelló se han unido al paro de media mañana convocado para el próximo 30 de junio en protesta por los decretos del Gobierno que supondrán un recorte obligatorio del 7'5 por ciento en los beneficios por la facturación de los medicamentos

Tras debatir durante más de tres horas, la asamblea del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Castelló acordó por 106 votos a favor, 35 en contra y 26 abstenciones unirse a la protesta contra el Gobierno. El presidente de la organización colegial, Jesús Bellver, asegura que la movilización no va contra el ciudadano.

¿Cómo influirá el tijeretazo en la facturación del sector en Castelló?

En la provincia hay registradas 299 farmacias. El recorte del pasado mes de marzo ya fue un palo para todos, pero es que este mes de mayo nos han vuelto a dar otra pasada. Es una detrás de otra, a pesar de que ya éramos los que más aportábamos a la Sanidad pública, con diferencia. Hasta ahora el recorte se hacía de forma escalonada, es decir que iban descontando por tramos y afectaba en mayor medida a las farmacias más pudientes, de tal forma que las más modestas lo podían soportar. Lo de ahora ya es de locos, porque el Gobierno ha crujido hasta a las oficinas de farmacia más modestas.

¿Y cómo cree que afectará esta huelga al ciudadano?

Esta movilización no va en contra de la ciudadanía sino de la administración. Consideramos que las nuevas medidas que recaen sobre nosotros son desproporcionadas porque se suman al decreto 5/2000, y así vamos solapando los recortes. Es una gota que cae sobre un vaso colmado, porque la Farmacia ya colaboraba en la sostenibilidad de la Sanidad pública de un modo superior a sus fuerzas.

¿Considera que el decreto se ceba con este sector más que con otros profesionales?

Son medidas injustas que van a afectar a la atención y a la calidad del servicio en nuestras oficinas de farmacia, porque no se van a poder mantener los puestos de trabajo que mantenemos a día de hoy y muchas farmacias pequeñas tendrán que cerrar. Fíjese, la farmacias grandes podrán despedir trabajadores para hacer frente al recorte, pero las más pequeñas no pueden permitirse el lujo de echar a su único auxiliar, porque si el dueño cae enfermo un día el resultado es que la farmacia no abre. Sin duda que las medidas del Gobierno afectarán a la calidad del servicio y al ciudadano. Es una pena, porque teníamos uno de los servicios de farmacia más avanzados del mundo y se lo van a cargar. Dígame usted qué país puede permitirse que cualquier ciudadano tenga una farmacia al lado de su casa.

¿Cree que el Gobierno dará marcha atrás?

Ni los sindicatos confían en que haya marcha atrás. Salgado llegó el Ecofin y le pidieron 15.000 millones. A ver de dónde sale ese dinero.