La decisión de la Conselleria de Medio Ambiente de llevar provisionalmente las basuras de Els Ports y Maestrat a Xixona requerirá un aparatoso despliegue. Una flota de camiones deberá recorrer más de 330 kilómetros para transportar desde Benicarló hasta la provincia de Alicante cerca de 54.000 toneladas de residuos al año. Y ello sin la seguridad de que serán recibidas. El alcalde de Xixona, Ferran Josep Verdú, advirtió ayer que movilizará de nuevo a la Policía Local para impedir la entrada de los camiones cargados con basura procedentes de Castelló.

El secretario general de la Conselleria de Medio Ambiente, Jorge Lamparero, anunció el viernes su propuesta para dar salida a las basuras de medio centenar de municipios del norte de la provincia hasta que la planta de tratamiento y el vertedero de Cervera estén operativos, en el plazo aproximado de un año. Los desechos se trasladarán a Benicarló, donde se emplazará una planta de transferencia temporal para compactar la basura y, desde allí, se llevarán a las instalaciones homologadas de Xixona. El criterio que esgrime la conselleria es que la planta de transferencia de Benicarló la desarrollará Vaersa, la misma empresa que gestiona el vertedero de Xixona. El problema es que esta decisión implica un trasiego considerable. Supone trasladar a más de 330 kilómetros la basuras de dos comarcas, que, según los datos de la conselleria, generan al año 54.000 toneladas de residuos.

El alcalde de Xixona, el socialista Ferran Josep Verdú, calificó ayer de "surrealista" la decisión adoptada por Medio Ambiente. "Un tema empresarial no debería de influir en una cuestión de este calado. No es de recibo que la basura tenga que recorrer más de 300 kilómetros cuando hay varias plantas más próximas. Es una solución antieconómica", criticó Verdú, quien todavía no ha recibido ninguna notificación de la Generalitat sobre sus intenciones.

El primer edil advirtió que movilizará de nuevo a la Policía Local para impedir la entrada de camiones de basura procedentes de zonas ajenas al área de influencia de la planta de tratamiento de su municipio. Según dijo, la instalación ya supera su capacidad. "En verano tratamos las basuras de la Marina Alta y la Baixa. La planta se diseñó para albergar 120.000 toneladas y en 2009 acogió 150.000, que es un margen razonable. Ahora nos quieren cargar otras 54.000 toneladas, con lo que se estaría prácticamente duplicando la capacidad original, una situación inaceptable", afirmó. El alcalde explicó que la llegada de camiones de basura desde diferentes puntos de la Comunitat origina un problema de malos olores que ha movilizado a los vecinos de la localidad.

Reunión del consorcio

El presidente del consorcio de residuos de la zona norte de Castelló, Joaquín Puig, manifestó su intención de reunir próximamente al gobierno de la entidad para abordar la propuesta de la conselleria. Puig admitió las dificultades que implica una solución que no cuenta con la bendición del ayuntamiento de Xixona.