La corporación municipal acordó ayer por unanimidad, por segunda vez en tres meses, solicitar al Gobierno central la reversión inmediata del edificio de la antigua residencia de suboficiales. Pese al consenso, socialistas y populares se tiraron los trastos a la cabeza, y en medio del fragor dialéctico, el concejal de Cultura, Miguel Ángel Mulet, hizo una loa de una corporación municipal de la dictadura franquista, concretamente la de 1944, año en el que el ayuntamiento cedió el inmueble a la Administración central.

Mulet instó a los socialistas a recuperar la "sensibilidad" de las "personalidades" que integraban aquel ayuntamiento a la hora de defender los intereses de la ciudad. Los ediles en aquella época eran elegidos a dedo por los prebostes de la dictadura.

El concejal popular lamentó que el ayuntamiento lleva años con esta demanda sin éxito, y advirtió que el inmueble se encuentra "abandonado" y en un estado "insalubridad".

El portavoz socialista, Juan María Calles, señaló que hace tres meses el pleno ya aprobó esta moción, y acusó a los populares de querer sólo minar la imagen del Gobierno con esta iniciativa. El regidor del PSPV recordó que el equipo local empezó a reivindicar este edificio cuando los socialistas llegaron a la Moncloa, en 2004.

Por otra parte, PP, PSPV y Bloc, también aceptaron en el pleno pedir a los servicios jurídicos municipales un informe que determine si la Generalitat cumple el convenio de cesión de la Caja de Reclutas, a propuesta del portavoz nacionalista. Los socialistas consideran que este inmueble está siendo infrautilizado por el Consell.