Miren Arantzazu Gangoiti, la mujer detenida el pasado fin de semana en las inmediaciones de la cárcel de Castelló, iba a visitar al preso etarra Elías Fernández Castañares, en prisión desde 1986 y condenado a más de 30 años por varias acciones de terrorismo, incluido el asesinato del peluquero de Portugalete Agapito Sánchez, informaron a Europa Press fuentes de la lucha antiterrorista. El subdelegado del Gobierno en Castelló, Antonio Lorenzo, negó ayer que la mujer arrestada esté relacionada con actividades terroristas y justificó su detención en la actuación de las fuerzas de seguridad del Estado cuando una persona se encuentra en busca y captura por orden judicial.
Gangoiti fue puesta en libertad por el juez después de haber sido arrestada por la Guardia Civil en virtud de un orden de detención y entrega dictada por el juzgado de Gernika, que la reclamaba por un presunto delito de desobediencia.
Visita
Según indicaron las fuentes consultadas, la detenida no llegó a acceder a la cárcel para visitar al preso etarra, ya que fue detenida antes por los agentes de la Guardia Civil.
El preso etarra Elías Fernández Castañares fue detenido por la Guardia Civil el 19 de junio de 1986, junto con Joseba Koldobika Artola Ibarreche y Francisco Javier Echevarría González, por su pertenencia al "comando Orbaizeta" de ETA militar.
Estaban acusados de ser los presuntos autores del asesinato del peluquero de Portugalete Agapito Sánchez, el 19 de enero de 1985.
En concreto, Fernández Castañares fue juzgado el 13 de enero de 1988 por la Audiencia Nacional en tres juicios distintos, acusado del asesinato del comisario José Luis Raimundo Moya, y del miembro de ETA José Luis Oliva, así como de otros delitos de terrorismo. Fue condenado a tres años de cárcel por su participación en el atentado contra la "Societé Generale de Banque en Espagne", que causó importantes daños en esta entidad y en las viviendas colindantes.
En junio del mismo año fue condenado a 29 años de cárcel por el asesinato del peluquero de Portugalete.
Anteriormente, en septiembre de 1987, había sido condenado a 4 años por el atentado contra un bar de Baracaldo. Las fuentes de la lucha antiterrorista descartan que la mujer sea alguien importante en ETA.
