La diputación no ha hecho uso aún de los 25,6 millones de euros que pidió prestados para sufragar las inversiones previstas en 2010, según revela un escrito de la interventora. Los socialistas aseguran que esta situación confirma la parálisis de la institución y la "incapacidad" del actual gobierno del PP para cumplir sus compromisos presupuestarios.

Cada año, la entidad provincial suscribe un crédito con los bancos para financiar sus inversiones. Para 2010, la cantidad que pidió fue muy elevada, ya que tenía que compensar el importante recorte de las aportaciones del Estado. Solicitó un préstamo de 25,6 millones de euros, casi diez millones de euros más que en 2009. La justificación que dio el gobierno provincial sobre el aumento de la deuda fue la necesidad de mantener el ritmo inversor en los municipios de Castelló en una coyuntura económica desfavorable.

Sin embargo, un escrito de la interventora de la diputación pone en duda la materialización de las actuaciones presupuestadas. El PSOE preguntó a la funcionaria por qué la diputación no ha pagado a los bancos los intereses previstos del préstamo. Según explica la interventora, el motivo es que, con fecha 23 de septiembre, "no se ha dispuesto de ningún importe" de los 25,6 millones. El plazo de disposición del dinero caduca el 31 de diciembre e iba a generar 575.401 euros de intereses. A tres meses del cierre del ejercicio presupuestario, la diputación no se ha gastado ni un euro de los que pidió prestados para invertir, con lo que no ha tenido que abonar intereses.

El diputado provincial del PSOE Juan Antonio Beltrán, aseguró que "es muy extraño que la diputación no haya requerido nada del préstamo con el que iba a invertir". "La única explicación es que la ausencia de Carlos Fabra ha paralizado la diputación y no se han impulsado las actuaciones previstas. La diputación es sospechosa de inacción, a no ser que nos den otra explicación", aseveró.

Poca inversión ejecutada

La prueba del algodón de los presupuestos es su liquidación, que recoge lo que realmente se ha gastado e ingresado. Por ejemplo, en 2009, la diputación sólo invirtió el 50% de lo previsto. Este bajo porcentaje ha permitido disponer este año de más de 40 millones de euros sobrantes del año pasado.

Un ejemplo de que las previsiones de inversión no siempre se cumplen se dio en una reciente modificación presupuestaria, aprobada en el pleno del mes de julio. El gobierno provincial habilitó 4,2 millones para pagar diferentes actuaciones. La mayoría del dinero se sacó de una partida que originalmente iba destinada a la mejora de las carreteras pero que no se ejecutó. Lo que demuestra que los presupuestos son una mera declaración de intenciones que luego no se ajustan a la realidad.