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La Conselleria de Educación mantiene desde febrero de 2008 a 184 alumnos del Colegio Público Benadresa estudiando en barracones con problemas de inundabilidad y sin suficiente espacio para disponer de los servicios docentes mínimos, según datos facilitados ayer por la Federación de Padres y Madres y Alumnos de la provincia de Castelló (FAPA Penyagolosa).

El antiguo edificio tuvo que ser desalojado después de que se viera afectado por aluminosis, un imprevisto que embarcó a estudiantes y profesores en una provisionalidad que se está dilatando por tercer curso consecutivo.

El conseller de Educación, Alejandro Font de Mora, prometió que un nuevo centro sería inaugurado en la Magdalena de 2011. Sin embargo, la realidad es que el solar donde debería edificarse el esperado colegio todavía permanece vacío y la conselleria se niega a dar plazos de construcción.

Fapa Castelló Penyagolosa criticó "el silencio" que guarda la conselleria de Font de Mora desde el pasado 28 de abril -fecha en la que salió a licitación la obra- a pesar de las reiteradas peticiones de la dirección del centro, la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (Ampa) y la propia FAPA. "El silencio continúa a pesar de que hace algo menos de dos semanas que la junta directiva de la FAPA se reunió con representantes del Consell para urgir una respuesta sobre los plazos del inicio de obras del nuevo centro, una respuesta que a día de hoy no ha llegado".

La presidenta de FAPA, Leonor Tolos, subrayó que tanto el centro como el Ampa necesitan conocer una respuesta sobre el futuro del colegio. "La necesitamos, sea cual sea; queremos que Educación aclare si tiene previsto iniciar las obras y cuándo, o bien que confirme si la falta de financiación va a retrasarlas todavía más".

Alumnos amontonados, malabarismos para llevar a cabo una simple actividad escolar, un comedor saturado y clases inundadas por un agua que está colmando el vaso de la paciencia...

Está es la escena que viven cada día los escolares de Benadresa debido a una provisionalidad que, por larga, comienza a ser monótona. Así lo explicaba la directora del colegio, Emilia Rius. "Es complicado realizar determinadas actividades extraescolares e incluso desdobles en algunas aulas porque no hay sitio. Las aulas prefabricadas se inundan cada vez que llueve y también supone un reto el aprovechamiento máximo del poco espacio disponible en el servicio de comedor, que utiliza más de 80% del alumnado del Benadresa".

Según la FAPA, esta incertidumbre "agrava aún más las deficiencias que las instalaciones arrastraban ya desde hacía años (desperfectos en la instalación eléctrica, falta de calefacción o fallos en el teléfono, entre otras), como ya denunció la AMPA del Benadresa en una carta al director territorial de Educación, Alejandro Amposta". Más de 180 niños siguen esperando una respuesta.