La Generalitat Valenciana prevé poner en marcha el próximo verano la principal medida anti inundación de la zona sur de Castelló capital, como es el encauzamiento del barranco de Fraga. Lo hará con una importante demora, pues el ayuntamiento y el vecindario reivindican esta infraestructura desde hace cerca de 20 años.

El conseller de Medio Ambiente, Juan Cotino, fue el encargado de poner fecha a su inauguración en una visita a las obras junto al alcalde de la ciudad, Alberto Fabra. Con este aliviadero se pondrá fin a los habituales problemas de inudaciones que sufren el distrito sur de Castelló en cada episodio de lluvias. El Consell ya ha ejecutado dos terceras parte del encauzamiento, que suma una longitud de 11,5 kilómetros. Se extiende desde la AP-7 a la desembocadura del Serratella y tiene una capacidad de evacuación de 180 metros cúbicos por segundo. Ahora, la adjudicataria de la obra está pendiente de recibir las autorizaciones administrativas para llevar adelante dos modificados de medio kilómetro, unos tramites que confía en tener resueltos en un mes. El trazado ha sido desviado con el fin de preservar unos restos romanos encontrados en Villamargo y para permitir el paso de las vías del tren. Respecto a este segundo tramo, el Gobierno valenciano espera el permiso del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif). La conselleria subrayó que estos cambios han situado el presupuesto en los 30 millones, cinco más de lo previsto.

Cotino resaltó que se trata "de la actuación en defensa contra avenidas de aguas más importante que se está desarrollando en la provincia de Castelló y que beneficiará a más de 100.000 personas de las ciudades de Castelló y Almassora".

El alcalde subrayó la complejidad de esta actuación y admitió que lleva diseñándose "desde hace mucho tiempo". Y es que fue el otrora alcalde de Castelló, José Luis Gimeno, quien reclamó el encauzamiento en 1991. Esta medida fue incluida en el Plan Anti Inundaciones del Consell de 2003.