Un informe, visado en el Colegio de Ingenieros de Montes, denuncia que el "parany" es un método de caza que "no selecciona las aves que se capturan". Asimismo, el estudio, señala que el nuevo pegamento utilizado, el QX-08, "no evita la caza de especies protegidas".

El informe, fechado en 2009, pero dado a conocer ahora por el Grupo para el Estudio y Conservación de los Espacios Naturales (Gecen), muestra que un 20 por ciento de las aves capturadas "son especies protegidas no objeto de caza".

Gecen, en un comunicado, ha destacado que "decenas de rapaces nocturnas son cazadas cada año en los "paranys", así como también otras rapaces , cuando los "paranys" se mantienen montados durante el día, lo cual, según en qué zonas, es lo habitual". Atendiendo a la actividad diurna, dicho informe estima que el porcentaje de aves protegidas capturadas puede alcanzar hasta el 50%.

Asimismo, el colectivo ecologista ha indicado que, "debido al paso importante de aves insectívoras, paseriformes y zorzales desde hace unos días, los "paranyeros" están haciendo el agosto".

En este sentido, ha lamentado que en localidades como Les Useres, Costur, la Barona, Vall d'Alba, l'Alcora, Onda, Benicarló, Vila-real y la Pobla Tornesa, entre otras, "se están dando y vendiendo miles de aves".

"Los 1.500 "paranys" están masacrando la avifauna y, además utilizando, en muchos de ellos, el conocido pegamento C-96, clasificado, tras el estudio oportuno por el CSIC, como tóxico para la avifauna", añade Gecen, recordando también que los estudios sobre la toxicidad de la cola QX-08 se hicieron con ratas y no con las aves a las que se destina.