La oposición reclama la votación nominal en los plenos de Vila-real, para delimitar las responsabilidades personales cuando se aprueban gastos excesivos o con reparos de Intervención, como ocurrió ayer con varias facturas. Tanto la nacionalista, Maria Gràcia Molés, como el socialista, José Benlloch, defendieron ayer en el pleno este tipo de votaciones. Éste añadió que son precisas cuando "el descontrol del gasto público es evidente o cuando se observan facturas escandalosas de las que no queremos ser cómplices. Por eso volvemos a pedir una votación nominal por estos asuntos que conllevan responsabilidad personal y esta petición debe constar en acta".

A la petición se sumó el Bloc pero fue rechazada por el PP porque, según su portavoz, Ignasi Clausell, "el objetivo es que los proveedores cobren cuanto antes por más notas de reparo que vengan. Son muchas las ocasiones en que hay que dar una respuesta rápida a problemas que tienen que ver con el mantenimiento de la ciudad y es preciso actuar con rapidez por más que la oposición ponga facturas en tela de juicio y, por lo mismo, a empresas y profesionales con lo que desconfían de empresarios y trabajadores".

El nacionalista Batalla acusó a Clausell de "demagogia fogosa" y rechazó la acusación de que ponían en entredicho a las empresas "cuando las notas de reparo sólo vienen a decir que ustedes no han hecho las cosas bien".

La discusión, larga y tensa, comenzó cuando se procedía a discutir la propuesta de revisión de precios del contrato de arrendamiento de locales municipales que sacó adelante el PP. "El ayuntamiento paga por tener instalaciones, que no están ni adaptadas, más de 27.000 euros anuales", dicen socialistas y Bloc y no se incluyen "los 9.000 mensuales por la sede la Junta de Festes. Son excesivos, como lo son los casi 82.000 por facturas por pequeños gastos y reparaciones" gracias a "una gestión mala y de derroche"", dijo Molés.

Batalla recordó que ya avisaron de posibles problemas en el presupuesto de fiestas para 2010 a las que se asignaron 427.539 euros de los que 112.790 eran para alquiler de edificios y alguna obra en ellos y ahí está la Casa de la Festa.

"Eso no es austeridad, ustedes han presentado las cosas mal y sin asignación presupuestaria se destinan 64.000 euros más para los imprevistos, puede haber imprevistos pero no tan cuantiosos y por eso las notas de reparo". Benlloch recalcó que el PSPV no quiere arruinar a las empresas, pese "a las maldades" (de Clausell) y añadió que "seguiremos con la labor de fiscalizarles mientras el concejal Ramón Tomás da validez a las facturas incorrectas".

Clausell aclaró que "es la Junta de Festes la que las gestiona, se han producido desajustes, hay que solucionarlo pero confiamos en esa Junta sin ponerla en tela de juicio". Y el alcalde Juan José Rubert dijo que "la Junta cuenta con nuestro apoyo por su esfuerzo en un momento económico difícil, los desfases son razonables y lamento que no lo entiendan todos así", en referencia a PSPV y Bloc.