El párroco de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Vilafamés pasó ayer a disposición judicial tras ser detenido por un delito de distribución de pornografía infantil, según informaron fuentes judiciales.

El pasado miércoles agentes del Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil solicitaron una orden judicial para registrar la parroquia de Vilafamés. Durante la actuación policial, los guardias civiles hallaron más de 21.000 archivos de contenido pedófilo -algunos con menores de 13 años-, "que ocupan aproximadamente 600 gygabytes".

El sacerdote, Rafael Sansó Riera, prestó declaración en el Juzgado de Guardia y el fiscal solicitó su ingreso en prisión "comunicada y sin fianza". Sin embargo, la juez acordó su libertad provisional con la obligación de comparecer cada 15 días en el juzgado "y cuando se estime oportuno".

"Contra dicha decisión, que el Ministerio Fiscal no comparte, se va a interponer a lo largo de esta tarde (ayer para el lector) o en la mañana del lunes, el correspondiente recurso", explicaron fuentes de la Fiscalía.

El delito de distribución de pornografía infantil referido a menores de 13 años está castigado con penas de 4 a 8 años de cárcel. La situación procesal de Rafael Sansó es de momento la de "imputado" a la espera de que se aclaren los hechos durante la investigación.

La detención del cura de Vilafamés causó conmoción ayer en el pueblo. La mayor parte de los vecinos consideran que Rafael Sansó, de 52 años, natural de la localidad balear de Manacor y licenciado en Teología e Historia, ha sido un "buen cura y un hombre preocupado por la gente", según explicaba ayer Manuel Marzá, amigo del sacerdote. En los años 90 fue seminarista del Máter Dei y se encargó de adoctrinar a los menores externos al centro.

Hombre atento

"Llegó aquí hace unos 15 años. Su labor ha sido muy buena porque desde que está él se han creado 8 nuevas cofradías. Ha sido un hombre muy atento con toda la gente", aseguran los vecinos. A Rafael Sansó se le tiene por un hombre cultivado, amante del cine y de la música clásica. "Es un hombre muy culto, preocupado por los problemas de su tiempo. Para mí será inocente mientras no prueben que ha hecho eso", explica otro vecino que prefiere mantener su nombre en el anonimato.

Todos los vecinos consultados coinciden en que el cura de Vilafamés ha realizado una "gran labor" en el pueblo, recuperando las tradiciones perdidas del municipio, como la Semana Santa y la tamborrada de la ermita de San Miguel. Desde hace tres días, la iglesia de la Asunción mantiene cerradas sus puertas a cal y canto.

"Ahora que lo dice, el otro día fuimos a misa y la iglesia estaba cerrada, lo que nos extrañó mucho", cuenta una vecina. Nadie en el pueblo conocía ayer por la tarde el paradero del sacerdote.