La plaga del picudo rojo sigue avanzando y el Desert de les Palmes es la última zona afectada en la provincia. Por ello, la concejalía de Medioambiente de Benicàssim ha pedido a la Conselleria competente "que se una a nosotros y realicemos un trabajo coordinado a fin de preservar las palmáceas de este emblemático lugar", señaló el delegado del área, Sebastián Esparducer, después de que los servicios de inspección del área detectaran la semana pasada la presencia del picudo rojo a 400 metros de altura, en la zona del Monasterio del Desert de les Palmes, único lugar de la zona que cuenta con Phoenix canariensis, los ejemplares que están sufriendo las consecuencias de este insecto.

A la vista de los hechos y antecedentes, desde la Concejalía de Medio Ambiente consideran absolutamente prioritario protocolizar urgentemente las actuaciones de las diferentes administraciones competentes y entiende que "a priori debería gestionar la Conselleria de Medio Ambiente en coordinación con la Conselleria de Agricultura ya que es una zona que les compete", señaló Esparducer, quien ha manifestado su enorme preocupación por estos hechos solicitando la adopción de cuantas medidas sean necesarias con el objeto de atajar o minimizar el impacto de la plaga en el Paraje, recordando que el ayuntamiento, desde el 2007, lleva a cabo un programa integral de prevención y lucha contra el picudo, que de forma significativa ha minimizado su impacto en el municipio. Esparducer ha pedido una vez más que todos trabajen de forma rápida y eficaz ya que "no se entendería que tras los importantes esfuerzos municipales contra la plaga en el patrimonio público arbóreo, ahora los servicios de la Generalitat no actuaran en consonancia con las actuaciones del ayuntamiento".

Por otro lado, los servicios técnicos medio ambientales municipales también han informado que el problema radica en que la plaga pudiera ser también sensible a otras palmáceas existentes en el Paraje Natural del Desert de Les Palmes, como son las especies Phoenix dactylifera y Chamaerops humilis, teniendo en cuenta a esta última como representación genuina de la zona, siendo más conocida como el margalló o palmito, especie que da nombre al Paraje Natural.

Asimismo, y para poder paliar la infección, desde que se detectaran los primeros síntomas, los propietarios de la propiedad privada situada en el centro del Paraje han sido informados de las posibles soluciones y tratamientos a realizar.

Cabe recordar que, dentro del protocolo de control y erradicación de la larva para frenar su rápida propagación el ayuntamiento ha realizado diversas actuaciones, como la realización de un inventario de los 750 ejemplares públicos que se encuentran ubicados en parques, jardines, vías arboladas y paseos; y que se han marcado en función de su afección: verde (sin síntomas), amarillo (bajo sospecha o con señales leves) y rojo (afectada).

En cuanto a la prevención, se aplicó un control químico y biológico y se sanearon los árboles. En el caso de que la palmera no pueda salvarse y muera, se procede a su destrucción según las indicaciones del Servicio de Inspección Fitosanitaria. Así, se tala y trocea y se avisa a la Conselleria para que se la lleve a un vertedero donde se tritura para evitar así la propagación.