Las calles y comercio de Vinaròs serán el escenario de la liberación de 35 libros dentro de una nueva campaña de animación a la lectura bautizada con el nombre de "El banco del marqués". La edila de Cultura, María Dolores Miralles, explicó que esta iniciativa se basa en el movimiento "Bookcrossing", de ámbito internacional, y que consistente en dejar libros en la calle donde los encontrará el lector, una vez leído el libro volverá a ser liberado en la calle.

El técnico de Cultura, Xavi Palomo, indicó que el día programado para liberar los libros será el 23 de abril, añadiendo que la gente que se encuentre alguno de estos 35 libros podrá registrarse por Internet, en la página www.bookcrossing.com, para así hacer un seguimiento del libro.

Palomo explicó que los libros "se encuentra protegidos por bolsas de plástico, que indicarán que corresponden a esta iniciativa". Las bolsas con sus libros dentro se depositarán en varios puntos de la ciudad, una vez leídos los libros deben volver a la calle.

Los libros podrán estar en la parada de autobuses, un banco del paseo marítimo o cualquier otro punto de la ciudad, así como el algún que otro comercio.

El técnico pide a quienes se encuentre los libros y los vayan a leer, que se introduzca el código que encontrará en el libro y el lugar dónde lo encuentro, y después de leerlo volverlo a liberar. De conseguir una buena acogida, se volverán a liberar más libro dentro de esta campaña.

Los libros que se liberarán en Vinaròs son de diferentes temáticas y escritos en castellano y catalán, dijo Miralles.

Este movimiento de dejar libros en plena calle para que los viandantes se los lleven a casa y se los lean, para posteriormente dejarlo en el mismo lugar, es una moda extendida en algunas ciudades. Más de 112.000 personas en todo el mundo ya se han registrado en esta web, que te permite unirte a esta red internacional a favor de la lectura de todo tipo de libros.

Título

Según explicó Miralles, el nombre de esta campaña surge de un banco que se construyó en 1928 en el paseo marítimo, pagado por el Marqués de Benicarló, en el cual habían unas estanterías donde se dejaban libros para que la gente pudiera leerlos.