Los regantes de la provincia de Castelló miran estos días aliviados el cielo ante la llegada de unas lluvias que no palian el serio déficit hídrico que atraviesan, pero que sí dan el primer paso para invertir la negativa tendencia en la que se hallaban sumidos en los últimos años. El continuado mal aspecto que mostraba el embalse de Ulldecona -técnicamente vacío- ha cambiado ya que ha empezado a llenarse, algo que no ocurría desde hace un par de años. Desde entonces un déficit pluviométrico en la zona había propiciado que el nivel fuese bajando y que, a mediados de febrero, acumulara un 2,5% de su capacidad, con apenas un caudal de 0,2 hectómetros cúbicos, cuando puede absorber 11 hectómetros cúbicos. La situación sigue siendo crítica, pero el seco invierno que ha padecido la provincia ha dado paso en su último tramo a unas lluvias generosas, aunque cortas.

Desde la comunidad de regantes de Ulldecona -que aglutina 1.600 usuarios del sur de Tarragona y norte de Castelló- alertaron recientemente que peligraba la próxima campaña de riego, que va de mayo a octubre. Incluso, desde el club de pesca de la Sénia se propuso rescatar los peces que quedaban en la poca agua del embalse. Además, todo estaba -y está- planeado para que, si no mejoran los niveles, se recurra a los pozos, cuyos recursos son más caros que los superficiales.

Afortunadamente el agua vuele a caer del cielo. El último episodio de nieve y lluvia, que ha sumado 139 litros por metro cuadrado en el presente mes, muy bien repartidos, invita al optimismo. En lo que va de año han caído ya 182,4 litros por metro cuadrado y todavía están por llegar las esperadas lluvias de primavera, que podrían dejar el embalse con una mejor imagen. De hecho, ha subido en casi 1 Hm3 en una sola semana, por lo que ya está al 7,89% de su capacidad total.

El color marrón del agua

Ayer se apreciaba una entrada de agua constante, con corrientes de un marrón oscuro que revela que entra con fuerza al pantano. Por toda la cuenca del río Sénia se podían apreciar saltos de agua y un bello espectáculo acompañado del deshielo de la poca nieve que todavía queda por las cimas más altas.

Los datos aportados ayer por la Confederación Hidrográfica del Júcar, que analizan la evolución en los últimos siete días, son significativos. Todos los embalses han mejorado sus niveles desde el 7 al 14 de marzo menos Sichar, que apenas pierde un 0,03 Hm3. Pese a ello, éste sigue siendo uno de los que mejores datos presenta al acumular 41,5 Hm3, lo que supone el 84,25% de su capacidad. También sobresale Arenós, que sube casi 2 Hm3 en la última semana y acumula 54,38 Hm3, que en este caso es el 54% de su capacidad total ya que estamos hablando del mayor embalse de la provincia de Castelló. Del resto, l'Alcora mejora algo y llega al 65% de su capacidad, mientras que el del Regajo supera ya el 90% al acumular 5,43 Hm3.

El que peores datos ofrece es María Cristina, con una subida casi imperceptible con las últimas lluvias que le deja con un 3,33% del volumen que ofrece el pantano.

Con todo ello, la situación sigue siendo complicada. Los siete embalses de los sistemas del Palancia, Millars, Sénia y Onda no llegan al 46% de la capacidad total. El año pasado por estas fechas superaban el 50% y en 2008 se acercaban al 60%. Por ello, todo está en manos de la cercana primavera, que si es igual de seca que este invierno hará peligrar el riego de norte a sur con la llegada del próximo verano.