El artista Juan Ripollés denunció ayer ante la Guardia Civil el robo de varias piezas de la colosal escultura que está realizando para decorar la rotonda de acceso al aeropuerto de Castelló. Se trata de la obra que desató polémica hace unos meses porque el autor confesó haberse inspirado en la figura de Carlos Fabra.

Ripollés explicó a este diario que el robo se produjo en torno a las siete de la tarde del domingo. Se basa en el relato de un testigo que, al parecer, vio a esa hora un camión estacionado frente al taller del artista en Burriana y a tres individuos sacando material del interior de la nave y cargándolo en el vehículo. Según Ripollés, el testigo «no pensaba que estas personas estaban robando» y por eso no denunció los hechos.

Fue ayer por la mañana cuando los colaboradores del escultor acudieron a trabajar al taller y encontraron la puerta forzada y abierta. Al acceder al interior, comprobaron que faltaban varios fragmentos de la obra. En concreto, un brazo de 4,5 metros y tres manos de 1,5 metros cada una, fabricados en latón y cobre. También se llevaron varias piezas de plancha virgen, cable de soldar y una bobina de cobre. El material tenía un peso aproximado de dos toneladas y un coste de entre 35.000 y 40.000 euros. Ripollés manifestó su convencimiento de que los atracadores sabían a lo que iban, ya que «es una nave que está siempre cerrada o con una lona delante de la puerta, muy discreta y sin ninguna identificación, y anteriormente era una carpintería».

El grueso de la obra está a salvo

Lamentó que las piezas robadas le han llevado tres meses de trabajo, por lo que la entrega de la obra se va a retrasar. El polifacético artista tenía prevista finalizar la escultura en dos meses, pero ahora los plazos se verán alterados. «Tendré que empezar de cero las partes que han robado», se quejó. Afortunadamente, no todas las piezas estaban en ese almacén y el grueso de la escultura está a salvo. La cabeza, por ejemplo, está a buen recaudo. Se trata de una parte fundamental de la obra porque simboliza la idea de Fabra de construir un aeropuerto.

El artista admitió hace unos meses haberse inspirado en el presidente de la diputación para esta colosal escultura, que tendrá 18 metros de diámetros y 24 metros de altura. Según explicó en su día, «no es un retrato de Carlos Fabra, pero se inspira en él y en esa ilusión para concebir un aeropuerto». La obra tiene un presupuesto de 300.000 euros y corre a cargo de la sociedad pública Aerocas, presidida por el propio Fabra. Ripollés afirmó que el material robado estaba asegurado, por lo que el proyecto no se encarecerá.

Los cacos se ceban con el artista

Mostró su impotencia por lo sucedido: «Los materiales que utilizo son codiciados. Espero que algún día cojan a alguien». Y es que llueve sobre mojado. Los ladrones sustrajeron hace un tiempo del taller de Ripollés algunas piezas de acero inoxidable de la escultura de 29 metros «Homenaje por la paz», emplazada en Castelló. En concreto, se llevaron una de las palomas que salen de las manos abiertas. Con anterioridad, Ripollés sufrió otro asalto en su taller de Sant Joan Moró; en aquella ocasión, le robaron obras pictóricas.