El vicerrector de Ordenación Académica de la Universidad Internacional Valenciana (VIU), Francisco Tortosa, y la profesora Alejandra Hervás presentaron la semana pasada en Madrid, en las III Jornadas Emociones y Bienestar, XVIII Reunión Anual de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés-SEAS, sus trabajos relacionados con el estudio del malestar emocional y las capacidades funcionales de los pacientes portadores del virus de la hepatitis C.

La hepatitis C es una enfermedad crónica que afecta al hígado y se caracteriza por ser asintomática. La mayoría de los pacientes desconoce en qué consiste exactamente su enfermedad, si es grave o tiene cura, y cuáles son sus implicaciones. Es por esto que, en un primer momento, la persona muestra más indicios de desconcierto que de ira o de malestar.

Sin embargo, existen diferentes variables que provocarán un aumento del malestar emocional como creencias erróneas, estigmatización y miedo al contagio. Entre las principales manifestaciones del malestar emocional se encuentran la ansiedad y la depresión.

La hepatitis C afecta a un 2% de la población mundial. Aunque hoy en día no tiene un tratamiento eficaz al cien por cien, su terapia consiste en reducir la carga viral en sangre mediante la administración de fármacos cuya combinación provoca unos efectos altamente incapacitantes que afectan a la calidad de vida.