«Os habéis pasado un poco, ¿no?», le susurró Vicente del Bosque a Fernando Miralles, máximo accionista del CD Castellón, al ser requerido para que bajara a ras de campo a fin de recibir unos presentes. «La verdad es que no me esperaba una cosa así, pero es bonito y emocionante regresar a esta tierra que tantos y tantos recuerdos me traen», le comentó a Eliseo Ramos, posiblemente el único superviviente del club de la época de futbolista albinegro. Luego, todo se fue improvisando, pero quedó de maravilla.

Levante de Castelló dialogó durante unos instantes con el seleccionador español. Se prestó y no puso ninguna pega, minutos después de recibir una gran cantidad de obsequios. Habló de la actual situación del Castellón en Tercera: «Esperemos que sea una temporada solo, y que luego el equipo vuelva a su sitio». Eso sí, reconoció que en un rincón de su gran corazón (lo demostró ayer) hay un hueco para su recuerdo en orellut.

Pendiente de su exconjunto

«Si algo soy en el mundo fútbol, en parte, se lo debo al CD Castellón. Fueron dos años, uno en Segunda y el otro en Primera, sencillamente maravillosos. Me sirvieron para aprender, para ser mejor, para conocer un vestuario... Tuve la fortuna de ser partícipe de una de las mejores épocas de este gran club», recordó.

Vicente del Bosque estuvo siempre acompañado por Fernando Miralles, el actual propietario de la entidad de la capital de la Plana. A él se refirió el seleccionador nacional, que hace diecisiete meses hizo campeona del mundo a España. «Le he dicho que a ver si tiene la suerte necesaria para que se estabilice el Castellón y que el año que viene esté en Segunda B... y que haga bien las cosas. Yo, desde lejos, aunque no me creáis, sigo los resultados del equipo. Sólo espero que el club vaya creciendo otra vez y confío en que pronto podamos ver las camisetas albinegras, bien en Segunda A como en Primera División», sentenció.

Antes de responder a las preguntas, pasó la prueba de la emoción recibiendo todo tipo de regalos. No paró de hacerse fotos con todo el mundo, pero con los más pequeños en general. «Tranquilos que no me voy de aquí hasta que termine con vosotros», les dijo a los impacientes niños.

La Fedpecas, de manos de su presidenta, Pilar Moliner, entregó dos bufandas (para Del Bosque y su hijo) y una camiseta de la federación. El Castellón le obsequió con una foto en blanco y negro (sin bigote), con la elástica albinegra, una insignia y también una placa de cristal con la imagen de Castalia.