Ballenato da las claves para poner en marcha los recursos necesarios que nos permitan lograr el bienestar emocional. Unas herramientas que recoge en su última obra "Merezco Ser feliz. La vida en positivo", que presentó ayer en Castelló, invitado por la Fundación Caja Castellón-Bancaja al ciclo de charlas-coloquio "De Razones y Hombres".

¿Se puede ver el vaso medio lleno con la que está cayendo?

Es el momento más interesante por las posibilidades que ofrece para poder cambiar el enfoque. Falta una gestión óptima del pensamientos, que está detrás del bienestar emocional. Las emociones no son el resultado directo de los acontecimientos, que son neutros, por lo que el valor se lo da el pensamiento. Quien gestiona su pensamiento gestiona su vida porque gestiona su realidad.

¿Existe la felicidad o es más una quimera, una construcción del ser humano?

Lo que existen son grados de bienestar emocional y en esa búsqueda andamos. Planteamos la felicidad como una meta inalcanzable, cuando podemos disfrutar de niveles de bienestar. Al igual que la infelicidad absoluta no existe, pasa los mismo con la felicidad.

¿Qué herramientas necesitamos para lograr saborear la felicidad?

Un recurso muy poderoso es que el he denominado Vitamina A3, que no tiene efectos secundarios y no provoca sobredosis. Se sustenta en tres pilares: la amistad, que es el vínculo social; la actividad, que es la proyección de uno en lo que hace; y la autoestima, que es valorarse a uno mismo, tiene que ver con el concepto que uno tiene sobre si mismo. La persona debe repetirse la frase "merezco ser feliz", dar un enfoque positivo. La felicidad es casi una obligación, uno debe serlo para poder repartirla a los demás.

¿Se puede ser feliz o se está feliz?

Se está feliz, es un estado. En Psicología estar implica una posibilidad de cambio, el ser es un cerrojo.

Con la actual coyuntura resulta complicado hablar de optimismo y felicidad. ¿Cómo puede serlo un parado con dos hijos y una montaña de facturas por pagar?

Hay que plantearse qué oportunidades nos ofrece la crisis. Podemos verla como un cambio radical de la persona, el sistema y la sociedad que nos puede hacer mejores de cara al futuro, como una oportunidad para mejorar. Es necesario que cada uno crea en su capacidad y pase de la energía contenida a la acción, a creer que es posible. Ya decía William James que el creer origina la realidad porque quien cree que puede, podrá. También Horacio decía que la adversidad tiene el don de despertar talentos ocultos que en la prosperidad habrían permanecido durmiendo. La gente tiene el poder de cambiar las cosas.

¿Es usted feliz?

Pues sí, si echo la vista atrás me siento afortunado por todo lo que he vivido. Mi felicidad viene de construir la realidad en mi alrededor.