El equipo de gobierno de Castelló modificó ayer su posición inicial y prohibió la celebración este sábado de una conferencia de dos ideólogos neofascistas italianos en el centro público de Urban. Fue el propio alcalde, Alfonso Bataller, quien instó a la concesionaria del edificio público a suspender el acto de un grupo de extrema derecha.

El portavoz del PP, Miguel Ángel Mulet, adujo el día anterior que el ayuntamiento desconocía la convocatoria de esta charla y que la gestión del centro depende de una empresa privada, a la vez que eludió prohibir el acto con el argumento de que cada asociación, si está legalmente constituida, "es responsable y libre de su discurso dentro de la legalidad constitucional". A primera hora de la mañana de ayer, el primer edil, que el martes se encontraba fuera de Castelló, instó a la adjudicataria a suspender la conferencia neofascista e informó de ello a la portavoz de Esquerra Unida, Carmen Carreras, que fue la primera en alertar por escrito el martes al alcalde de esta actividad.

En declaraciones posteriores a los medios, el alcalde negó cualquier colaboración del ayuntamiento en el acto -el anagrama municipal aparecía en el cartel anunciador- y explicó que tras comprobar quiénes eran los ponentes conminó al gerente de Urban a paralizar la charla, que en caso de organizarse sería en un local privado. "No teníamos conocimiento del acto porque la gestión de Urban está externalizada", abundó.

Llama la atención que el responsable de Urban aceptara en un primer momento la reunión de un grupo de extrema derecha cuando esta dotación está proyectada para desarrollar actividades sociales y de integración. Los ponentes italianos Gabriele Adinolfi y Ianluca Iannone están vinculados a grupos neofascistas y xenófobos y el español Enrique Ravello está relacionado con Plataforma por Cataluña.

"Hablamos de un terrorista"

"El PP debía de haber retirado de inmediato la autorización cuando recibió mi escrito y no dar excusas como que es un centro de gestión privada y que si la asociación era legal no podían hacer nada. Estamos hablando de una charla de un ideólogo de la matanza de Bolonia donde murieron 85 personas y más de 200 resultaron heridas, estamos hablando de un terrorista", subrayó en una nota la portavoz de Esquerra Unida, Carmen Carreras. "El cambio de decisiones de un día por el otro que está usando el señor Bataller pone de manifiesto su falta de liderazgo y deja entrever que las decisiones vienen más allá del propio ayuntamiento", añadió.

Por su parte, Javier Peris, edil del PSPV de Castelló, consideró "acertado" que Bataller "haya enmendado la plana al portavoz popular, Miguel Ángel Mulet, quien se había mostrado remiso a condenar e impedir el uso de un espacio público por parte de una organización de ideología fascista".