Dieciséis años han pasado para que José Francisco Molina y Diego Simeone vuelvan a encontrarse en el estadio Vicente Calderón. Hace apenas dos semanas, ninguno de ellos, hubiese apostado por este encuentro. Hace dos semanas ninguno de los dos se imaginaba que en 2012 iban a debutar como entrenadores en Primera División, y más en equipos, a priori, destinados a luchar por los puestos europeos, aunque esa no sea la realidad ahora.

El técnico del Villarreal y el del Atlético de Madrid se la juegan este domingo en el feudo colchonero. El valenciano necesita los tres puntos para salir de la zona de descenso, el argentino quiere ganar su primer partido en casa para devolver la ilusión a una afición desencantada tras verse en la undécima posición, a sólo cuatro puntos de los amarillos. Tanto Molina como Simeone están llamados a ser los revulsivos que salven a sus respectivos equipos de la miseria a la que los anteriores entrenadores les han llevado.

Una situación muy diferente a la que les unió dieciséis años antes. Ambos forman parte de la historia gloriosa del conjunto colchonero. El portero y el mediocentro formaron parte de ese equipo dirigido por Radomir Antic que en la temporada 1995-96 se hizo con el doblete, acabando con la hegemonía de Barça y Real Madrid en Liga y conquistando la Copa del Rey.

En ese Atlético del malogrado Jesús Gil no había cabida para las dudas, y tanto Simeone como Molina eran idolatrados por dirigentes y aficionados. Ahora, desde el banquillo, son examinados con lupa.

Cuando el actual entrenador del Villarreal llegó al Atlético de Madrid en 1995, el centrocampista argentino, fichado un año antes, ya era toda una institución. ambos coincidieron dos temporadas hasta que en 1997 el Cholo fichó por el Inter de Milán. Molina, en cambio, se quedaría en el conjunto colchonero hasta el año 2000, convirtiéndose en uno de los mejores porteros que ha tenido el equipo en toda su historia, logrando ganar el Trofeo Zamora.

En esas dos temporadas que compartieron vestuario, lo hicieron con gente como Caminero, Kiko o Pantic.

Después de saborear las mieles del triunfo, cada uno llevaron caminos diferentes. Simeone, tras su periplo en Milán, jugó tres temporadas en la Lazio y después regresó al Atlético en el 2003 y hasta el 2005. Después, volvió a Argentina donde un año más tarde se retiraría del fútbol profesional en el Racing Club.

Molina, tras salir en el 2000 del Atlético fichó por el Deportivo de A Coruña, donde siguió triunfando durante los seis años que estuvo en el conjunto gallego. Valenciano de nacimiento, regresaría a su tierra para retirarse en el Levante UD en la temporada 2006-07.

Después ambos comenzarían su etapa como entrenador, aunque la de Simeone ha sido sin duda mucho más amplia. Molina ha centrado toda su carrera en los banquillos amarillos, empezando en el 2009 dirigiendo al Villarreal C en Tercera División, subiendo al "B" de Segunda a finales de la pasada campaña y cogiendo las riendas del primer equipo en la máxima categoría el pasado 22 de diciembre. Apenas tres años en los banquillos le han servido para llegar a lo más alto.

Más larga ha sido la carrera del argentino, que dejó de ser futbolista del Racing en 2006 para precisamente hacerse cargo del equipo. Apenas seis meses después fichó por el Estudiantes de La Plata y tras una fructífera temporada, tras ganar el Torneo Apertura, recaló en River Plate, con el que ganó el Torneo Clausura. Sin embargo, después abandonó el equipo tras su mala dinámica y aún pasaría por los banquillos del Catania y del Racing para recalar el 23 de diciembre en el Atlético de Madrid.

Vidas paralelas

Molina y Simeone se convirtieron pues el pasado domingo en los dos técnicos debutantes en la Primera División. Pero no sólo eso les hace coincidir. Sus vidas y trayectorias han sido paralelas.

Para empezar ambos comparten edad. El Cholo nació el 28 de abril de 1970 en Buenos Aires, cinco meses después, el 8 de agosto, lo haría el técnico amarillo en Valencia.

Ambos tuvieron el mayor éxito de su carrera como jugadores del Atlético de Madrid en la temporada 1995-96. Y prácticamente decidieron retirarse al mismo tiempo, Simeone en el 2006, Molina un año después, para dedicarse a entrenar.

Curiosamente ambos han conseguido debutar en Primera en dos equipos en los que fueron jugadores: Molina fue portero del Villarreal en la temporada 1993-94, y Simeone jugó cinco temporadas en el Atlético.

Los dos, ahora, tienen el mismo objetivo, ganar este domingo. Sin embargo, uno de los dos no lo conseguirá.