Apenas diez paquetes de folios aguardan apilados en las estanterías del instituto Álvaro Falomir de Almassora a que el cuerpo docente permita su uso a los estudiantes. El racionamiento tiene su lógica en vistas de un corte de suministro más que inmediato que obligará a los alumnos a costearse el papel de su propio bolsillo. Así lo avanzó ayer el director del centro, Xavier Trenco, que ha lamentado tener que pedir a los estudiantes "que se traigan los folios de casa".

La medida ya no sorprende en un instituto visiblemente afectado por las promesas incumplidas de la Conselleria de Educación. La pancarta que reivindica el pago de ocho meses de atrasos al departamento autonómico molestó en la delegación de Castelló, pero no ha provocado grandes cambios en las cuentas del centro, al descubierto por las facturas devueltas. El teléfono móvil pasó a la historia y la línea ADSL dejó de funcionar el pasado 28 de diciembre, tal y como advirtió la compañía suministradora a finales de mes.

Con la cuenta bloqueada en los 6.000 euros negativos que limitó la entidad bancaria no hay margen de maniobra. El Consell acumula ocho meses sin pagar los más de 20.000 euros que está obligado a transferir cada cuatrimestre y el banco alertó a mediados de diciembre de que no adelantaría más dinero. La última vez que el instituto más antiguo de la localidad recibió un ingreso del Gobierno autonómico correspondía

al período enero-abril de 2011. En este tiempo sin subvenciones, las

facturas han dejado en números rojos la solvencia del IES.Con la nueva medida de restricción del papel queda bloqueado el plan de austeridad diseñado por el equipo directivo para limitar las fotocopias y el gasto de papel. La reutilización del material de oficina ha tocado fondo hasta el punto de que las máquinas dejarán de funcionar a menos que sean los estudiantes quienes sufraguen el suministro de folios que no paga la Conselleria de Educación, competente en esta área.

La suerte de alumnos y profesores es que las temperaturas son impropias de estas fechas, de manera que el recorte en calefacción apenas ha tenido repercusión este invierno.

Sin embargo, a nadie escapa la baja sin cubrir de una profesional de pedagogía desde hace un mes. El departamento autonómico ha respondido al centro que no tiene orden de suplir su puesto mientras esté ausente aunque constaba con antelación que la baja será de larga duración. La intención de no cubrir las vacantes de profesores, explica el director, es una norma que también afecta a otros centros en los que los docentes suplen, en la medida de lo posible, las bajas.