La conselleria de Infraestructuras y Medio Ambiente ha decidido dedicar en exclusiva la piscifactoría de Villahermosa a la producción de la trucha común o autóctona para repoblar los ríos valencianos.

La inclusión de la trucha arco-iris en el catálogo nacional de especies exóticas aprobado por el anterior equipo del Ministerio de Medio Ambiente impide la utilización de esta especie en las repoblaciones que se realizan en los ríos con ejemplares criados en piscifactorías.

El director general del Medio Natural, Alfredo González, sigue considerando "errónea" la calificación de exótica para la trucha arco-iris, con la que se han repoblado ríos valencianos desde hace al menos 30 años. Hace unas semanas, coincidiendo con la publicación del catálogo, González se alineó con los intereses de la pesca deportiva y calificó de "nefasta" la prohibición de emplear esta trucha.

El director general estima ahora que la piscifactoría de Villahermosa podrá producir en su primer año unas 10.000 truchas autóctonas que se utilizarán para reforzar las poblaciones del río Villahermosa.

En una fase posterior, la conselleria cree que podría ampliarse esta producción y llevar ejemplares a otros ríos "para ayudar a la recuperación de poblaciones exiguas o desaparecidas de trucha común autóctona".

Alfredo González explicó que la autorización para la cría de trucha común ha requerido previamente de un análisis genético pormenorizado de los ejemplares disponibles en la piscifactoría de Villahermosa.

"Estas muestras, realizadas por la Universidad de Santiago de Compostela, han dado como resultado una similitud genética con la población natural existente en el río Villahermosa, es decir, se trata de trucha autóctona mediterránea propia de la cuenca del río Mijares", destacó Alfredo González.

Durante su visita a la piscifactoría de Villahermosa anunció una línea experimental de producción de cangrejo de río autóctono en sus instalaciones.