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«Es un partido trascendental». No hay mejor forma de definir el duelo que afronta el Castellón esta tarde que ésta que hizo el entrenador albinegro, Javier Cabello, hace dos días. El técnico valenciano sabe que tiene la espada de Damocles sobre su cabeza, que un nuevo tropiezo hará descender la guillotina que pende sobre su cabeza. Pero, no es trascendental solo para Cabello, sino para un bloque que si cayera hoy vería como el objetivo de la promoción se aleja a la mayor distancia en lo que llevamos de año.

Después de las derrotas ante el Levante B y Atlético Saguntino, el equipo ha quedado grogui, como un boxeador al borde del K.O. Pero los orelluts tienen la obligación de reaccionar, aunque sea contra un peso pesado de la categoría como es el Alzira. Los valencianos son terceros y han ganado cuatro de sus últimos cinco compromisos ligueros. Además, sonrojaron a los albinegros en la ida con un claro 5-0.

Por eso, el envite de esta tarde puede definir al Castellón de las próximas semanas. O se convierte en un equipo condenado a vagar por la categoría o se da una inyección de autoestima para mantener su pelea por entrar en lugares de play-off. Todo depende de dos factores. El resultado, como la variante más importante, y la imagen y el juego que se muestre sobre el campo, como aspecto colateral para reenganchar a una afición decepcionada con los suyos.

Aparte, la victoria sería bálsamo para el máximo mandatario del club. Fernando Miralles, que vio la semana pasada en Sagunto como la grada mostraba claramente su descontento con su gestión, comprueba como semana tras semana se le acumulan los conflictos. Al de los impagos a los jugadores, se ha sumado el desencuentro con el público. Un triunfo ante uno de los gallitos le firmaría una tregua de, al menos, siete días.

Para lograr estos propósitos, Cabello improvisará en defensa. La esperada sanción de Andrei Blyndu y la sorprendente de Héctor Peña, por una tarjeta que nadie vio pero que supuso su quinta de esta campaña, devolverá a la titularidad a Marc Trilles y Guille Vázquez como centrales.

La revolución defensiva no se quedará aquí. Por lo visto esta semana, el lateral derecho lo ocuparía Julián. El argentino ya ocupó esta posición ante el Requena y hoy, con la idea de buscar velocidad en el carril, Cabello podría repetir la operación. En el otro lado, estará el habitual Aridani por la baja de última hora de Roberto Jiménez. El canterano sufrió un golpe en el entrenamiento del viernes y no se ha recuperado.

En la media, la pareja de Miguel Ángel y Aarón comandará el centro del campo. Mientras, Juanjo en el interior izquierdo y Raúl Rodríguez, en la banda derecha, intentarán hacer daño a la zaga alzireña con sus internadas.

La incógnita del delantero

La mayor duda del once que se presenta en la punta de ataque. Es casi seguro que el vallero Joel repita como mediapunta, pero la referencia goleadora no es tan segura. Marc Cosme ha sufrido molestias durante la semana y Cabello ha incluido en la convocatoria a Hugo García y a Stefan Rodríguez. El ex del Cádiz, que no estuvo ante el Atlético Saguntino por unas sospechosas molestias físicas, podría volver al once.

Pero, si se atiende a la dinámica de toda la temporada, sería el atacante de Faura quien más papeletas tiene para ser el delantero centro. Eso sí, si tiene las condiciones físicas óptimas para jugar. Improbable parece que Cabello tiente a la suerte y pruebe con Stefan Rodríguez.

Con todo esto, el Castellón enfrenta un partido en el que parece tenerlo todo en contra: el rival, el ambiente e incluso la confianza en sí mismo. Pero, también es un duelo en el que si se consigue vencer, se lograría convertir a más de un agnóstico.