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El ayuntamiento está dispuesto a colaborar con el nuevo propietario del Castellón, siempre y cuando exista total transparencia en la gestión, algo que no ha sucedido en los últimos años ni con Castellnou hasta el pasado verano, ni con Fernando Miralles hasta ayer después de hacer pública su renuncia a través de un comunicado de prensa.
"Si no hay transparencia y claridad con las cuentas, el Ayuntamiento de Castelló no soltará ni un euro", advirtió Bataller en declaraciones a Ràdio 9. "Deseamos conocer primero la situación económica antes de tomar cualquier decisión, como hemos venido reclamando tantas veces en los últimos meses", prosiguió.
El primer edil de la ciudad admitió sentirse decepcionado con la marcha del equipo, ya que, como la inmensa mayoría de albinegros, confiaba en que marcara diferencias en el grupo VI de Tercera División. "Estoy muy triste con la evolución del club. Teníamos esperanzas de que estuviera en puestos de ascenso, pero está a siete puntos, algo que no nos imaginábamos", lamentó.
Bataller consideró primordial una reacción inmediata para evitar que el sueño del ascenso se convierta en una pesadilla, toda vez que el Castellón, por tradición e historia, merece estar en una categoría mucho más elevada e importante del fútbol español.
