Paco Chinchilla está decidido a comprar el Club Deportivo Castellón para evitar su desaparición. Como exjugador -participó en el penúltimo ascenso a Primera División, exconsejero (de la época de Antonio Bonet) e impulsor de la Fundación, se siente en la obligación de dar el paso hacia adelante ante la ausencia de un comprador dispuesto a cerrar un acuerdo con Antonio Blasco, en representación de Castellnou, actual propietario de la entidad.

"Si cojo el Castellón es para evitar su desaparición, porque no hay otra oferta", asegura el exfutbolista y asesor fiscal, quien no dudaría en retirarse si entra en escena otro empresario.

"Si aparece otro comprador que llegue a un acuerdo con Blasco, me retiro. Es más, le prestaría todo mi apoyo, ya que el Castellón no puede desaparecer", advierte.

Chinchilla, como publicó ayer Levante de Castelló, tiene un preacuerdo con el portavoz de Castellnou, condicionado a recuperar el apoyo de las instituciones.

Pendiente de las instituciones

Al respecto, el asesor fiscal está a la espera de cerrar una reunión con el alcalde de la ciudad, Alfonso Bataller. Ese encuentro se producirá con posterioridad a una primera toma de contacto con la concejala de Deportes, Begoña Carrasco, y el edil y diputado Vicent Sales.

Chinchilla pretende conocer de primera mano el grado de participación y colaboración del ayuntamiento y la diputación en caso de asumir el control del Castellón tras adquirir el paquete accionarial de Castellnou.