Como si de una pesadilla se tratara, la agonía del Club Deportivo Castellón parece no tener fin. Ante la ausencia de decisiones que permitan mirar el futuro con optimismo, el esperpento sigue provocando incredulidad, sorpresa e impotencia en el albinegrismo. El último episodio lo protagoniza Fernando Miralles que, tras haber tensado la cuerda con su anuncio de renuncia -hecho público en un comunicado-, está ahora dispuesto a continuar.

Según ha expresado a los jugadores en las últimas horas mediante conversaciones telefónicas, negocia con una entidad bancaria la obtención de un préstamo para aguantar hasta final de temporada. Incluso, se ha aventurado a asegurar que mañana mismo comenzará a pagar una de las tres mensualidades pendientes (noviembre, diciembre y enero), sin descartar incluso abonar la totalidad antes de que finalice la presente semana.

Para conseguir el crédito, Miralles ha presentado uno de los avales que afirma tener en su poder y que, en agosto, le valieron para cerrar un acuerdo de compraventa con Castellnou.

Los futbolistas del Castellón, en vista de los reiterados incumplimientos, se muestran bastante escépticos respecto a la nueva solución planteada por el empresario de Figueroles, que también les ha transmitido que hasta ahora no recibido ninguna oferta para vender su paquete de acciones. Ni siquiera de Jesús Jiménez, con el que mantuvo varias reuniones a finales de la semana pasada.

Sin oferta económica de Jiménez

En este sentido, Miralles ha explicado a su círculo más próximo que el abogado valenciano pretendía asumir el control del club sin abonar euro alguno. Ya no sólo por las acciones, sino también para hacer frente a las obligaciones económicas más inmediatas, como pagar a los jugadores o saldar la deuda con la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), recuperando de esta manera los derechos federativos con vistas a fichar en el mercado de invierno.

Debido a este panorama, el mandatario del Castellón se ha visto obligado a dar ese paso al frente. Al menos, así se ha justificado ante los jugadores que le han telefoneado para conocer posibles novedades.

Según Miralles, tras una jornada maratoniana ayer (reuniones por la mañana y por la tarde), hoy podría hacer oficial la firma con la entidad bancaria para obtener el préstamo, curiosamente el mismo día que finaliza el plazo dado en su comunicado de renuncia para culminar un acuerdo de compraventa por el 80% de los títulos que en teoría adquirió de Castellnou el pasado mes de agosto de 2011.

"La fecha límite para la posible adquisición de este porcentaje de acciones de la sociedad es el 31 de enero de 2012 a las 12 de la noche. Si no se produce la venta antes de esa fecha, abandonaré la entidad el 1 de febrero de 2012, pasando ésta a manos de los anteriores propietarios y gestores -entiéndase Castellnou-", rezaba el escrito, en el que también se comprometía, con independencia de la venta, a hacerse cargo de los compromisos adquiridos hasta el 30 de junio.