Los representantes de los más de 300 libreros de Castelló volvieron a escenificar ayer una protesta en la capital de la Plana para exigir que la Generalitat pague los cerca de 3 millones de euros que todavía les adeuda por el bono-libro escolar.

El Gremio de Libreros de Castelló confirmó ayer que los establecimientos de la provincia han recibido esta semana pagos aleatorios que, como máximo, llegan a cubrir un 50% de los 5,5 millones de euros que la Conselleria de Educación debe a las librerías desde el mes de octubre. Este abono parcial no se ha acompañado de ningún plazo o previsión del próximo pago, lo cual llevó a los portavoces de los libreros a concentrarse en la Plaza Santa Clara.

Una mesa de camping hizo las veces de pupitre para que uno de los libreros actuara como profesor y escenificara una clase magistral en la que los estudiantes (los portavoces del gremio) exhibían pancartas de protesta; algunas de ellas no exentas de ironía: "un aeropuerto con libros y con cuentos", "llibres ni 1, i molta Fórmula 1", "les llibreries paguem el bono-llibre". El colectivo de libreros insiste en que no pueden asumir el papel de "financiera de la Generalitat Valenciana" y asumir el pago de los libros de texto de los más de 55.000 escolares de Castelló que cursan desde primero hasta sexto de primaria.

Además, subrayaron que la situación es crítica y cada vez son más los establecimientos modestos que se encuentran al borde del cierre y que incluso se han visto obligados a hipotecarse.

Despido de 900 docentes

La diputada autonómica de Esquerra Unida Marina Albiol advirtió ayer a la Generalitat que los centros educativos de Castelló no puede ni debe asumir el despido de 900 docentes con la ampliación de horario lectivo.