Ya son muchas las semanas que el técnico José Molina debe responder sobre la situación de Nilmar Honorato Da Silva. Mientras que el jueves parecía que el culebrón había terminado por las informaciones que llegaban desde Brasil asegurando que el Sao Paulo había desistido fichar al amarillo, ayer fue el propio entrenador el que reabrió el caso asegurando que la situación no ha cambiado.

"Que yo sepa la negociación sigue abierta", afirmó ayer Molina, quien se mostró harto de esta situación de incertidumbre. "Es un tema complicado y que se está alargando mucho, más de lo que a mí me hubiese gustado, pero así hay que aceptarlo", especificó.

Unas palabras que no se entienden tras las declaraciones hechas tanto por el presidente del Sao Paulo, Juvenal Juvencio, como del director deportivo, Adalberto Baptista, afirmando que tras no rebajar sus pretensiones salariales, habían decidido descartar la contratación de Nilmar, por lo menos en este mercado invernal. Incluso ayer el técnico paulista, Emerson Leao ya hablaba de que el club estaba trabajando en un nuevo refuerzo para el ataque.

Pese a que todo hacía indicar que Nilmar se quedaría en el Villarreal hasta junio al menos, las palabras ayer de Molina parecen indicar que las informaciones procedentes de Brasil pueden ser una medida de presión para que el jugador finalmente acepte rebajarse el sueldo y fiche por el club carioca.

Mientras tanto, el único perjudicado en toda esta historia es el Villarreal, que está pagando el salario más caro de la plantilla a un jugador que ni siquiera va convocado. Una situación que parece que se va a repetir hoy cuando Molina dé la convocatoria. Las palabras del técnico dejan entrever que Nilmar tampoco viajará a Sevilla. "Esta semana ha trabajado muy bien, incluso mejor que en semanas anteriores, pero me gustaría que se tomara una decisión cuanto antes. La decisión de que no juegue es mía", aclaró.